Que no te importe

Lucho contra mil fantasmas,
lucho con mil espadas...
y solo tengo un corazón.
He perdido mil batallas
y aunque ya no quiero nada,
me persigue una obsesión.

Al final siempre te vas,
cada vez con una cara,
y es como si una fría espada,
que atraviesa el corazón,
al final me atravesara..
Y en medio de ese dolor
parece que no siento nada.

Que no te importe, triste arpía,
haber robado mi sonrisa,
contándome cuatro mentiras,
ni haber roto mi corazón
para cumplir tu fantasía.

Que no te importe, dulce arpía,
si he perdido la razón...
Ya ni merezco tu atención,
solo sigue con tu vida...